Después de una ruptura, la toma de distancia puede ser una actitud muy recomendable: puede ser un contacto cero, una mini toma de distancia, una indiferencia controlada, etc. La primera y principal razón de una toma de distancia es que, luego de una ruptura amorosa, suelen dominar emociones e interpretaciones que pueden distorsionar la realidad y que impiden tomar en cuenta algunas mejoras comportamentales o recapacitar respecto a la decisión de la separación.
Cualquier toma de distancia puede generar un miedo porque hay como una inconsistencia entre la necesidad tuya de volver con tu ex y una toma de distancia respecto a esta persona que quieres recuperar. El cerebro puede tener una cierta dificultad y puede generar resistencia acerca de esta concepción. Es normal, sin embargo uno de los principales objetivo, luego de una ruptura, es calmar el ambiente y no quedarse bajo un exceso de sentimientos desagradables.
Lo recomendable es que establezcas contacto cero con tu ex pareja pero que se adapta a tu situación, claro. Si estamos hablando de un contacto cero “tradicional”, es decir un mes sin contacto, es recomendable adaptarlo o no aplicarlo si viven bajo el mismo techo, por ejemplo.
Sin embargo, este distanciamiento no permitirá que cometas errores que empeoren la separación, y hará posible que exista una reconciliación. Con la gestión de la distancia lograrás bajar tus tensiones emocionales, recuperarte y dejará a tu ex igualmente el espacio y el tiempo para que bajen las emociones.
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¿Cuáles son los casos para un distanciamiento luego de una ruptura?
1. Cuando no hay temas importantes pendientes
Pueden existir una gran variedad de situaciones: si no hay hijos de por medio, si no hay necesidades de arreglar temas vinculados con bienes en comunes, etc. Esto también está condicionado por el hecho de si vives en la misma casa que tu ex, o si tienes temas pendientes importantes por plantearos. Sin embargo, el distanciamiento te permitirá comenzar de cero y sobre una nueva base, sin señales de viejas edificaciones. Es posible que, en estos casos, donde existe un vínculo irrompible, que se presente la necesidad de aplicar otro tipo de contacto, dependiendo de las condiciones existentes.
De no existir, la alternativa puede ser el desplazamiento de cada uno hacia lugares distintos. Esa es una manera de evitar que la situación se torne más tensa entre tú y tu ex.
2. Cuando no hay un buen trato con tu ex
Si sientes que no hay avances y que te está afectando psicológicamente, ese es un claro mensaje para comprender la necesidad de darte un tiempo. Es el momento para seguir un crecimiento y para efectuar cambios. Es decir, tener una dinámica que te va a permitir enfocarte sobre ti durante un tiempo. Y puedes hacerlo saber a tu expareja.
Depende del ambiente, pero puede ser recomendable que se lo notifiques a tu ex, aunque sea por medio de un mensaje de texto. Allí debes explicarle tu situación emocional y lo que esperas lograr con la decisión tomada. Puedes referirte a que, en un futuro, podréis retomar el contacto.
3. Si eres tú quien siempre toma la iniciativa para entrar en contacto con tu ex
Aunque no le hables de sentimientos a tu ex, es mejor que lo evites. A menos que sea una estrategia de un mensaje mensual, por ejemplo, no es recomendable mostrar esta forma de desequilibrio. Pero si eres tú quien toma siempre o en la gran mayoría de los casos la iniciativa para entrar en contacto con tu ex, esta situación puede demostrarle que tiene el control y el poder sobre ti. En este caso, no es necesario que envíes ningún mensaje; solo tienes que tomar la decisión de frenar y disminuir la toma de iniciativa.
Es importante que ayudes a tu ex a sentir la necesidad de entrar en contacto contigo. Así borrarás la imagen de que eres tú quien lo busca o lo persigue. Si lo logras, será como si ambos llegarais a un mismo nivel de condiciones, sin suponer superioridad de uno hacia el otro.
4. Cuando te sientes usado o usada
Esto ocurre en esos momentos en los que tu ex te necesita solo para cosas precisas que le sirvan. La situación no es para pedir un favor y luego desaparecer: si eso ocurre y se repite, debes tomar distancia y poner condiciones. No tienes la obligación de realizar siempre los favores que pide tu ex.
Si sientes que tu ex te está manipulando, es preciso marcar una serie de condiciones. Puedes elegir el día y la hora, demorar en darle respuestas, o quizás puedes cortar el contacto. No es una situación sana que debes permitir.
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5. Cuando no puedes parar de preguntar a tu ex cuándo va a volver
Cuando sientes la angustia y la necesidad de preguntar a tu ex: ¿cuándo vas a regresar?, e insistes con esa actitud, lograrás enojarlo o enojarla. La respuesta de su parte puede ser de manera cortante o dura. Lo mejor es que mantengas la serenidad y te distancies.
Es mejor evitar todas esas preguntas que te generan la ansiedad. No insistas en preguntarle si aún te ama; trata de parar esos impulsos emocionales que te someten a cometer esa equivocación, porque puedes perjudicar la situación.
Es evidente que una ruptura te afectará emocionalmente. Es importante, si estás en una situación similar, que busques ayuda profesional que te va a permitir enfocarte hacia acciones eficientes para recuperar a tu ex.